lunes, 5 de diciembre de 2011

Praga (me temo que va a ser largo)

Nos pegamos un buen madrugón para coger el autobús, que salía desde Hauptbahnhof a las 7 de la mañana. Después de 2 horas de camino llegamos a Praga. Sacamos Coronas para poder pagar (en algunos sitios turísticos aceptan euros) desayunamos como unos campeones y nos vamos a coger el tranvía. Buscando la parada conocemos a 4 chicas que también van desde Dresden, estudian en  Thüringen (no son alemanas, una italiana, una turca y dos chinas) y nos unimos a ellas para visitar sitios. Nos bajamos en la parada que nos dicen que es la más centrica y buscamos las "tipicadas" para ver.
Después de un rato andando por el casco antiguo (unas calles preciosas) llegamos a la plaza del ayuntamiento de la ciudad vieja donde está el reloj astronómico. Casualmente llegamos 10 minutos antes de la hora en punto ,en cada hora en punto se pueden ver las figuras de los 12 apóstoles paseando por las ventanas que hay justo encima del reloj y cuando termina un trompetista toca la trompeta desde lo alto de la torre (antes se hacía pero como la gente se iba un poco desilusionada del "espectáculo" decidieron incluirlo), por cierto, no veas para explicarles a las chicas lo que eran los 12 apóstoles...
Después de ver el reloj fuimos buscando el Puente de Carlos, el puente más antiguo de Praga, comenzó a construirse en 1357 y se terminó a principios del siglo XV, tiene una longitud de 516 metros y un ancho de 10 m. Está decorado por 30 estatuas a ambos lados, la mayoría de 1683 a 1714 (ahora son réplicas, las originales se encuentran en el museo nacional). La más famosa quizás sea la de San Juan Nepomuceno, patrón de Bohemia. Según la leyenda era el confesor de la reina y se negó a romper el secreto de confesión lo que desató la ira del rey, quien lo mandó arrojar desde el puente al río Moldava. Dicen que si frotas con fuerza la estatua, algún dia volverás a Praga.
Después nos separamos de las chicas, fuimos al hotel a hacer el check in y más tarde subimos a "Mala Strana" para ver la Catedral de San Vito y el Castillo de Praga, saliendo de él vimos el cambio de guardia, que tiene lugar a medio dia. Bajamos de nuevo y fuimos a visitar el barrio judío, donde vivió Franz Kafka. Aquí se puede encontrar la sinagoga más antigua de Europa, y el cementerio judío, lleno de tumbas apiladas. Curiosamente, las sinagogas, el cementerio y el ayuntamiento sobrevivieron a la guerra gracias a un plan nazi de convertirlos en "Museo de una raza extinguida".
De aquí nos fuimos a los mercadillos navideños, donde había muchos puestos de comida típica y artesanía, un escenario en el que actuaban coros navideños, empezamos a ver como se llenaba de gente hasta el punto que no cabíamos, todo el mundo empujando, y pensamos que algo grande iba a ocurrir allí... y a las 5 de la tarde encenderían un arbol de navidad que había en la plaza, eso era lo que iba a ocurrir. Cuando pudimos salir de allí fuimos a ver la Torre de la Pólvora, durante la Edad Media fue una de las puertas de la ciudad, fue construida aproximadamente en 1475, inicialmente se llamó torre de la montaña, después torre nueva (para diferenciarla de la que hay en el puente de Carlos) y a partir del siglo XVIII, se le denominó Torre de la pólvora por ser utilizada como depósito de pólvora.
Paseamos por el centro comercial Palladium, que estaba cerca de la torre y volvimos andando por la calle Celetna, fuimos por los alrededores y acabamos topándonos con el Hard Rock Café de Praga.
Estuvimos cenando comida típica en los puestos de los mercadillos y después fuimos paseando hacia el hotel, un largo y duro dia que se merecía un buen descanso.

Al dia siguiente salimos del hotel y fuimos a buscar la "ciudad nueva" para ver lo que nos quedaba, al cruzar el puente nos topamos con "La casa danzante" que dicen que se parece a un par de bailarines. Fuimos caminando y visitamos el teatro nacional, el museo nacional, la plaza de Wenceslao (con su mercadillo), de de aquí subimos a un parque llamado Letenské sady para ver un metrónomo gigante y desde ese parque fuimos al que conecta con el Jardín Real, volvimos a Mala Strana y vimos parte del castillo que nos quedó por ver y "El Loreto", después fuimos a la Torre de la colina de Petrín, una pequeña "Torre Eiffel" en Praga, y ya desde allí bajamos todo el parque andando hasta cerca del río para coger el camino de vuelta al tranvía que nos dejara en la estación para volver a casa. Por el camino vimos la Iglesia del niño de Praga y la Iglesia de San Nicolás.

Viaje recomendable 100% pero para hacerlo en más tiempo porque yo acabé con los pies como botas de la paliza de andar tanto en tan poco tiempo.

Por cierto, el hotel en el que estuvimos se llama "The Bridge", y pensamos que si volvemos repetimos. El sitio está medianamente cerca del centro histórico, la atención al cliente inmejorable y el precio... 20€ la noche con desayuno incluido (los 2).

Bueno, espero que os haya gustado. Nosotros queremos volver porque nos dejamos algunas cosillas en el tintero, pero es que tampoco tuvimos tiempo para más.

Saludos y a hincharse de leer, igual que yo me he hinchado de escribir :P